La construcción es una de las actividades humanas más antiguas. Surge con nuestra necesidad de abrigo, y un megalítico deseo de dejar constancia de nuestro paso por el mundo.
Por otro lado, el concepto de Sostenibilidad, como lo conocemos hoy en día, nace hace apenas 33 años, cuando aparece en la NEPA el término “Desarrollo Sostenible”, para referirse a un “desarrollo económico que pueda llevar beneficios para las generaciones actuales y futuras sin dañar a los recursos o los organismos biológicos en el planeta”. [1]
Ahora bien, ¿qué es la construcción sostenible?, no es más que la misma actividad que hemos venido haciendo: levantar, remodelar o rehabilitar edificaciones con diferentes usos y propósitos, pero, agregando criterios de sostenibilidad al momento de tomar decisiones, desde la fase de planeación del proyecto hasta el final de la vida útil de la edificación, en todas las escalas.
A veces, la aplicación de estos criterios suponen un cambio en los valores de la misma sociedad, y replantearnos objetivos que van más allá de lo individual e inmediato.
¿Por qué es necesario cambiar nuestra forma de construir?
“Con el 36% de la energía global dedicada a los edificios y el 8% de las emisiones globales causadas sólo por el cemento” [2], podemos quedarnos de brazos cruzados esperando el inminente colapso total, mientras el calentamiento global llega a su punto de No Retorno; o podemos aprender a llevar una vida más respetuosa con nuestro entorno.
Cuando pensemos en construir, cabe preguntarse:
- ¿Cuál es el impacto ambiental de la obra en construcción? ¿Cuál es el impacto ambiental del edificio mientras esté en uso?
- ¿Su construcción está aportando a una economía más justa?
- ¿Cómo se verá afectada la vida de las personas que habiten el edificio? ¿Cómo se verá afectada la vida de las personas que estén alrededor? ¿Está mejorando su calidad de vida?
- Teniendo en cuenta la condicionante económica, ¿Se está logrando satisfacer las necesidades humanas, y las del ambiente?
Para respondernos, hay que entender primeramente los 3 aspectos fundamentales e inseparables de la sostenibilidad:
- Sostenibilidad ambiental: es el equilibrio que se genera a través de la relación armónica entre la sociedad y el ambiente que la rodea y del cual es parte. Esto implica lograr resultados de desarrollo sin amenazar las fuentes de nuestros recursos naturales y sin comprometer los de las futuras generaciones [3].
- Sostenibilidad económica: se centra en mantener el proceso de desarrollo económico por vías óptimas, hacia la maximización del bienestar humano, teniendo en cuenta las restricciones impuestas por la disponibilidad del capital natural [3], de tal modo que el ser humano adapte cada una de sus actividades y necesidades a la condición de su ambiente.
- Sostenibilidad social: “consiste en reconocer el derecho a un acceso equitativo a los bienes comunes para todos los seres humanos, en términos intrageneracional e intergeneracional, tanto entre géneros como entre culturas” [4].
En el ámbito de la construcción, estos aspectos se traducen a principios o criterios. Algunos son:
- Conservación de recursos (materiales, agua, energías).
- Principio de las tres “R”: reciclar, recuperar, re-utilizar.
- Análisis de la gestión del ciclo de vida de las materias primas utilizadas, con el objetivo de reducir la generación de residuos y de emisiones de gases de efecto invernadero.
- Uso racional de la energía.
- Uso racional del agua.
- Incremento de la calidad y salud de vida para el usuario / propietario y la comunidad en la que se asienta la construcción (urbanización).
- Protección general medioambiental del entorno en el que se asienta la obra.
Gráfica del ciclo de vida general de los materiales.
Existen actualmente diversas estrategias para minimizar el Impacto Ambiental de un edificio, una de ellas, es la elección de los materiales. y requiere conocer los efectos de los materiales en el medioambiente en todas sus fases; extracción, manufactura, transporte, uso y fin de vida útil.
Si comparamos muchos de los materiales del mercado, notamos que no cumplen un ciclo, ya que es un consumo basado en una economía lineal, donde al finalizar su vida útil, y tras haber aportado previamente con una huella de carbono, continúan contaminando, pues terminan como desechos, difíciles de reciclar o reutilizar.
¿Por qué elegir bambú?
En el caso del bambú, al ser un material natural, el correcto aprovechamiento no genera desechos, pues de los residuos de su transformación obtenemos carbón, fibras, biomasa, etc. Y tras haber cumplido su vida útil, se descompone y regresa a la tierra, completando el ciclo.
Gráfica del ciclo de vida del bambú como material.
Existen materiales con huella de carbono negativa, es decir, que en vez de liberar CO2 (u otros gases de efecto invernadero) a la atmósfera, lo capturan.
El mejor ejemplo de ellos, es el bambú, su capacidad de capturar CO2 es de 200-600 toneladas por hectárea en un período de 30 años [6], y su rápido crecimiento (3-5 años), lo convierten en un aliado al momento no sólo de reducir la huella de carbono, sino de regenerar y revertir los impactos ambientales negativos que pueda generar la construcción.
Comparación del CO2 producido por diferentes materiales (emisiones netas de CO2, incluido el efecto sumidero de carbono). Fuente: “La reducción de la huella de carbono y el impacto ambiental de edificios nuevos”, Tazmania Timber, CSAW / RTS, Reportes ambientales para materiales constructivos, 1998 – 2001 (CEI-Bois).
El bambú, y su cadena productiva, está alineado a todos los principios de sostenibilidad.
Al elegir bambú como material de construcción, también elegimos:
- Apoyar los cultivos de bambú, y los servicios ecosistémicos que presta como: recuperación y retención de suelos, regeneración de fuentes hídricas, captura y fijación de CO2.
- Disminuir la deforestación.
- El desarrollo de un medio de vida sostenible para la población rural.
- Generación de empleo, y desarrollo de una cadena productiva justa y equitativa.
- Promover el conocimiento sobre el correcto uso de un excelente material para la construcción.
Si piensas en construcción sostenible, piensa en bambú
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Bibliografía:
[1] NEPA of 1969: https://www.whitehouse.gov/sites/whitehouse.gov/files/ceq/NEPA_full_text.pdf
[2] Walsh, Niall. “Datos reales sobre la arquitectura y la crisis climática” [The Facts about Architecture and Climate Change] 11 ene 2020. Plataforma Arquitectura. (Trad. Baraya, Santiago) Accedido el 14 Dic 2020. <https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/931258/datos-reales-sobre-la-arquitectura-y-la-crisis-climatica> ISSN 0719-8914
[3] Coherencia. (2012). “Sostenibilidad ambiental”, 6 enero [En línea]. Available: http://www.coherencia.pe/httpes-scri bd-comdoc212271285001-ideario-final -1-1/sostenibilidad-ambiental/. Último acceso: 29 enero 2014.
[4] Priego, C. (2003). “La institucionalidad ambiental nacional e internacional”, de Conceptos básicos sobre medio ambiente y desarrollo sustentable, Buenos Aires, Overprint Grupo Impresor SRL, p. 349.
[5] Díaz R. y Escárcega, S. (2009). Desarrollo sustentable. Oportunidad para la vida. México, D.F.: McGraw-Hill Interamericana Editores, S.A. de C.V., p. 281.
[6] Van der Lugt P., ThangLong T., King C. 2018. Carbon sequestration and carbon emissions reduction through bamboo forests and products. INBAR Working Paper. INBAR: Beijing, China.
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Me parece muy acertada esta publicación en esta época que nos a tocado vivir, tenemos que volver hacia los elementos que la tierra nos ofrece y dejar el frío cemento para atrás
Súper interesante, gracias.