En un planeta cuyo origen fundamental es la expresión de lo natural, el creciente, incesante desarrollo de los modos de vida de los seres humanos, no puede perder de vista esa relación intrínseca, estrecha, totalmente vinculada a la naturaleza, sin causar afectaciones. Los servicios ecosistémicos, aquellos beneficios que los ecosistemas ofrecen naturalmente a la sociedad, son determinantes para la vida y el bienestar inmediato de las personas, así como la garantía de un mundo mejor para generaciones venideras. En los siguientes posts, un recorrido por algunos de los múltiples beneficios que ofrecen los ecosistemas de bambú, en la forma de SERVICIOS ECOSISTÉMICOS.
¿QUÉ SON LOS SERVICIOS ECOSISTÉMICOS?
Un ecosistema es una comunidad interdependiente de elementos biológicos (plantas, animales, microorganismos) y el medio físico que habitan. Los bosques, los mares, los arrecifes, las selvas, diferentes tipos de ecosistemas, generan SERVICIOS ECOSISTÉMICOS: beneficios que aportan al bienestar de seres humanos. Se clasifican en Servicios de Aprovisionamiento (materias primas, alimento…); Servicios de Regulación (control de la erosión, caudales…); Servicios Culturales (identidad, modos tradicionales de vida…); y Servicios de Soporte, determinantes para mantener los procesos naturales y los servicios ecosistémicos mencionados (biodiversidad, hábitat…)
ECOSISTEMAS DE BAMBÚ
Bambú: más de 1642 distintas especies distribuidas principalmente en áreas tropicales y subtropicales del mundo, formando ecosistemas enteros en forma de grandes bosques, manchas naturales o plantaciones establecidas. Su crecimiento rápido genera más biomasa que otros cultivos. Su denso sistema de rizomas regenera y sostiene el suelo, albergando gran cantidad de agua, y propiciando la vida.
MATERIA PRIMA: SERVICIO ECOSISTÉMICO DE APROVISIONAMIENTO
Las plantaciones de bambú generan significativamente más biomasa que otras especies, gracias a su rápido crecimiento (alcanza su madurez entre 3 y 6 años) y la densidad por hectárea.
Los tallos de bambú son aprovechados como materia prima para construcción, artesanías, mobiliario, instrumentos musicales, pisos y paneles; alimento, papel, fibras textiles, bioenergía, carbón y medicina, entre otros cientos de usos, encontrando, además, utilidad para todas las partes de la planta: rizomas, brotes, culmos, ramas, hojas…
CAPTURA DE CARBONO: SERVICIO ECOSISTÉMICO DE REGULACIÓN
El crecimiento de plantas y árboles supone captura de carbono desde la atmósfera a través de la fotosíntesis. A la vez, la materia vegetal que cae al suelo experimenta y estimula procesos biológicos que almacenan carbono en gran cantidad en la forma de materia orgánica.
Gracias al rápido crecimiento, a su vasto sistema de raíces, y a la gran cantidad de biomasa que produce, un ecosistema de bambú tiene una mayor capacidad para capturar carbono que la gran mayoría de ecosistemas de bosques.
Estudios recientes sugieren que una plantación de bambú que es cosechada regularmente para hacer productos durables, secuestra entre 4.9 y 6 veces más carbono que la madera, convirtiendo al bambú en un recurso ideal para contrarrestar el cambio climático.
REGENERACIÓN DE SUELOS: SERVICIO ECOSISTÉMICO DE REGULACIÓN
El bambú influye en la agroecología del suelo. Se ha determinado que en el suelo de bosques de bambú, se genera una simbiosis entre la biomasa y los sistemas de rizomas, favoreciendo una alta actividad microbiana que enriquece la estructura y la textura del suelo, aumenta su porosidad, su capacidad de retención de agua y disminuye la compactación.
CONSERVACIÓN DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS Y LADERAS: SERVICIO ECOSISTÉMICO DE REGULACIÓN
El sistema de rizomas del bambú forma una red entretejida superficial muy resistente, que sostiene el suelo, protegiendo las cuencas de los ríos y laderas de los efectos de la erosión.
ABSORCIÓN DE AGUA: SERVICIO ECOSISTÉMICO DE REGULACIÓN
En épocas de mayor humedad, el bambú almacena agua en sus tallos y rizomas, para devolverla paulatinamente al suelo en épocas más secas, manteniendo la humedad en el ambiente por mucho más tiempo. Estudios sugieren que una hectárea de bambú puede llegar a almacenar alrededor de 30.000 litros de agua.
DESACELERACIÓN DE LA EVAPORACIÓN: SERVICIO ECOSISTÉMICO DE REGULACIÓN
El denso follaje que presentan las ramas superiores en una plantación o mancha natural de bambú proveen de sombra, lo que desacelera la evaporación, facilitando así procesos biológicos que enriquecen el suelo, y generando, a la vez, un corredor seguro para especies locales.
CONTROL DE CAUDALES: SERVICIO ECOSISTÉMICO DE REGULACIÓN
Al caer sobre una plantación de bambú, la lluvia es retenida por el follaje, retardando su llegada al suelo, regulando así el caudal y previniendo inundaciones. De igual forma, la densidad de tallos en las riberas de los ríos dispersa el flujo del agua, disminuyendo el peligro de inundaciones por crecientes.
PURIFICACIÓN DEL AGUA: SERVICIO ECOSISTÉMICO DE REGULACIÓN
Los ecosistemas de bambú poseen un denso y oxigenado sistema radicular, que le permite crear una rizosfera, es decir, una gran interacción entre sus raíces y microorganismos del suelo. Estos microorganismos degradan las sustancias contaminantes y las transforman en minerales que constituirán los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo del bambú. El agua, ya purificada, regresa al ambiente por evapotranspiración, y como parte del intercambio natural de humedad entre el bambú y el suelo.
IDENTIDAD: SERVICIO ECOSISTÉMICO CULTURAL
El bambú, aprovechado de muy diversas maneras, ha estado presente en el desarrollo de los asentamientos humanos desde tiempos inmemoriales.
Manchas naturales de guadúa, y objetos elaborados de caña, son parte del entorno cotidiano en muchas zonas de América del Sur. Ese paisaje característico es componente clave de la identidad local.
HÁBITAT: SERVICIO ECOSISTÉMICO DE SOPORTE
Los bosques y plantaciones de bambú mantienen condiciones extraordinariamente favorables para el desarrollo de la vida. Su rápido crecimiento, su sistema de rizomas y raíces superficiales que estimulan la actividad microbiana en el suelo, sus tallos capaces de almacenar agua, su follaje generador de sombra y de grandes cantidades de biomasa, son elementos que aseguran un hábitat adecuado para un gran número de especies.
Excelente artículo que lo compartiré al equipo de investigación del proyecto “Arquitectura sostenible posterremoto”. Pocos conocen todos los servicios ecosistémicos del bambú. Gracias.